viernes, 17 de febrero de 2012
Soy Discípula de la Vida
Como discípula de la vida, cito en mi libro, al filósofo Alejandro Arvelo , cuando dice:"Es la ley de la vida que en los momentos cruciales nunca se puede contar más que consigo mismo. En los instantes realmente difíciles de nuestro paso por el mundo(el nacimiento, la enfermedad, la angustia, la partida de un ser querido, la derrota, la muerte)tropezamos de frente con la margura de encontrarnos irremediablemente solos. Insustituibles somos, por esencia y presencia, en la alegría y en el tormento, en los ensueños y ante el fracaso. Nadie por más que nos quiera, puede hacer del nuestro su lugar, de los nuestros, su rincón de pena o su baúl de satisfacciones. Nadie puede imaginarse por mí el azul de las mañanas y el invierno de mis días; nadie participa de mi triteza, mis padecimientos o mi dolor con la misma intensidad que yo".
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